
08 Mar 10 Consejos para viajar de forma responsable.
¡El mundo parece haberse vuelto loco! Hay que dejar de volar, de viajar si no es necesario. Movimientos como el Flygskam o miedo a volar están implantándose con fuerza.
Bueno, yo soy un poquito más razonable. Sí, es cierto. Tenemos que cambiar nuestro modelo. Nuestra forma de viajar. Pero justamente eso, la forma, no hay que dejar de viajar necesariamente. Siempre opino que los extremos no son buenos, y que el sentido común es la mejor referencia que uno puede tener a la hora de tomar decisiones. En el post de hoy quiero compartir contigo 10 medidas que puedes tomar fácilmente para viajar de manera sostenible y no perderte aquel rincón idílico que deseas visitar.
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1. UTILIZA FORMAS DE TRANSPORTE ALTERNATIVO AL AVIÓN.
El avión es el medio de transporte más contaminante que existe, de eso no cabe duda. Pero también es el único transporte que tiene la capacidad de llevarnos a la otra punta del mundo en cuestión de horas. Nuevamente debemos apelar al sentido común. Consulta si hay formas de transporte alternativo como el tren o autobús para esos trayectos en los que puedas prescindir del avión. Si son algo más largo de lo deseado quizás puedas hacerlos de noche y aprovechar para dormir durante el viaje.
También existe la posibilidad de compensar las emisiones de tu viaje. Puedes encontrar diversas plataformas que te lo permiten y que incluso emiten un certificado por la compensación.
2. Lleva tu propia botella de agua reutilizable.
En todo viaje es necesario llevar siempre agua encima y al estar fuera de casa lo más cómodo siempre es comprar una botella de agua. Cuando ésta se acaba, compras una nueva y así sucesivamente generando una cantidad importante de residuos de plástico.
Cambia a una botella reutilizable que llevarás siempre encima y la podrás rellenar tantas veces como desees. Cada vez son más los destinos y establecimientos que ponen a disposición fuentes de agua para poder rellenar nuestras botellas. Además, esto le dará también un toque vintage a nuestro viaje, aunque antiguamente las llamábamos cantimploras.
3. Reduce el uso de plásticos.
Piénsalo por un instante, consumimos plástico por todo. Compras un souvenir, te lo envuelven en plástico de burbujas y te lo llevas en una bolsa de plástico. Compras comida en una tienda o un puesto callejero, recipiente de plástico, cubiertos de plástico y la bolsita para llevar de plástico. Que se pone a llover, compras un chubasquero para salir del apuro…más plástico. Seguro que hay muchas ocasiones en las que puedes renunciar al plástico. No necesitas una bolsa para todo lo que compras, ¿no llevas mochila? Acostúmbrate también a llevar un juego de cubiertos de viaje encima siempre, de este modo no necesitarás los de plástico de un solo uso que te suelen dar en los establecimientos.
4. Elige bien tu alojamiento.
Es importante escoger un alojamiento que nos garantice buenas prácticas en cuanto a su gestión sostenible. Recuerda que la sostenibilidad trabaja en tres ejes, el social, el económico y el medioambiental. Así pues, podemos buscar un alojamiento que por ejemplo no utilice plásticos, que disponga de sistemas de gestión de aguas residuales o de optimización de energía. Quizás trabaje única o mayormente con proveedores locales ayudando así a potenciar la economía local o incluso es de propiedad y gestión local. Existen muchas certificaciones o sellos que nos pueden ayudar a identificar estos alojamientos. Sin duda que internet es un excelente aliado, infórmate en su página web. En los comentarios en redes sociales sobre las prácticas de desarrollo sostenible en las que trabajan.
5. Respeta las costumbres locales.
El refranero popular dice “Allá donde fueres, haz lo que vieres”. Pues eso, que nos adaptemos al entorno, la cultura y las costumbres del destino que visitamos. Es importante que la comunidad local no se sienta invadida por nuestra visita, que perciban el respeto que tenemos por ellos y por su forma de vida. El objetivo de todo viajero que se precie es absorber todas esas experiencias diferentes y únicas que vivimos al visitar un lugar. Este punto adquiere una especial relevancia cuando se visitan zonas o templos de culto religioso.
6. Compra recuerdos auténticos.
Ninguno de nosotros regresa de sus viajes sin haber comprado ese recuerdo que tendremos encima de nuestra mesa, escritorio o colgado de la pared. Muchos incluso traerán consigo los típicos imanes que habitualmente decoran las neveras de los hogares viajeros, o la de sus amigos y familiares.
Es una excelente forma de ayudar a la economía y desarrollo local comprar los souvenirs, no solo en establecimientos locales, sino buscar artesanos donde encontraremos esas piezas de recuerdo únicas y auténticas del lugar. Evita esos gadgets de producción masiva, habitualmente fabricados en China y que encuentras en cualquier parte del mundo con la única diferencia de llevar grabado un nombre u otro.
7. Consume en bares y restaurantes locales.
En línea con los consejos anteriores, una buena forma de ayudar a fomentar el desarrollo sostenible es consumir en establecimientos locales. Aventúrate a descubrir la gastronomía más auténtica de la mano de las comunidades que visitas. Es también una forma de profundizar aún más en esa experiencia de lo que es el viaje y aprender de culturas diferentes a la nuestra. Disfruta de esa diversidad, así que elige establecimientos y productos de cercanía.
Además, ¿no se supone que viajamos a un lugar por su atractivo? ¡Entonces, no pidas tortilla de patatas en Asía!
8. Utiliza un protector de sol respetuoso con el medioambiente.
Si tu destino es un destino de sol y precisas de un protector solar, decántate por uno que sea respetuoso con el medioambiente y no genere residuos en el agua. Sabias que los corales y el fondo marino se ven afectado de forma negativa por el protector solar que utilizamos?
9. Recicla todo lo que puedas.
Podemos hacer mucho más de lo que creemos para ayudar al planeta. Una de las primeras decisiones pasa por reducir al máximo el consumo de plástico. Pero no siempre es posible. Así que, reciclar es una excelente opción. No es porque estemos en un país lejano que tenemos que dejar de hacerlo. Arrastremos esa botella, ese papel o cualquier otro tipo de deshecho hasta la papelera adecuada que nos permita depositarlo para su reciclaje. Si deseas ir un pasito más allá, no seas tímido y da el primer paso. Así que, si ves algún papel, plástico o cualquier otro desperdicio por el suelo, no lo dudes. Recógelo y deposítalo en la papelera adecuada.
10. Evita los destinos masificados y las fechas de alta demanda.
Estoy seguro de que cuando viajas a un destino vas con la ilusión de visitar ese lugar que tanto te ha atraído y que has visto en internet o en redes sociales. Al igual que tu, van otros miles de viajeros anhelando esa foto que les va a quedar estupenda en su perfil de Instagram, Facebook o Twitter. Sin embargo, podemos visitar muchos otros sitios dentro de ese mismo país, menos saturados e igual de interesantes y bonitos que los que nos han inspirado. Otra opción es el buscar fechas alternativas a las que demanda la mayoría, consiguiendo así una desestacionalización en el destino. Esta práctica no solo nos va a permitir redistribuir el flujo de viajeros hacia otros destinos descongestionando aquellos que están saturados, si no que también permitirá distribuir la demanda a lo largo de todo el año consiguiendo así que el destino desarrolle su actividad económica durante los doce meses del año y no solo durante un periodo corto.
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